Nos enfrentábamos el pasado viernes 30 en la pista exterior del pabellón Cecilio Gallego a nuestra espina clavada, el CD Santo Domingo. Comenzamos desde el calentamiento con una actitud muy negativa y pesimista y haciendo comentarios como “ no quiero jugar” y “ no meto nada ni voy a meter “, una falta de respeto muy grande hacia el equipo. Así salimos. No nos entra nada, despistadas en todos los aspectos del juego y perdonando la vida en muchas acciones ante un equipo nada superior a nosotras. A partir del tercer octavo empezamos a creer en nuestro juego y haciendo una fuerte presión sobre sus únicas dos jugadoras determinantes ( en este caso sólo había una en pista ) comenzamos a remontar el partido. Todo seguía su curso y nuestro juego comenzó a dominar como debía de ser, ya que tenemos más calidad y recursos para superarlas. Pero bien, llegados al sexto periodo, bajamos los brazos y la presión psicológica ( es que me insulta, es que me dice, es que me pega, es que el árbitro no pita……) y dejamos automáticamente de jugar, donde el equipo contrario que no perdona y nunca baja su intensidad se da cuenta y enseguida nos responden con un parcial de 10-0 con contraataques 1×0 y dejándonos dos períodos sin anotar y los últimos 4 en 6 puntos. Al final, con esa actitud pésima y ante la guerra que da siempre el equipo contrario, perdemos el partido 28-40. Tenemos que creer más en nosotras, olvidar el pasado y jugar como sabemos durante todo el partido y no tendremos rival en esta fase. Partido que tiene que servir de correctivo y para no volver a mostrar actitudes que no tolero en mis equipos. Hay que seguir trabajando que aún queda mucho por delante. También desde aquí le mandamos todo nuestro apoyo a Iryna que esperemos se recupere pronto y vuelva a estar con nosotras. JJ LLorca
