DESDE LA HUMILDAD

Este fin de semana el Club Baloncesto Torrevieja se ha proclamado de forma brillante campeón de la Copa Preferente, esto es, se ha impuesto a los campeones del resto de grupos, lo que implica el ascenso virtual al Baloncesto a nivel Autonómico por la vía rápida, porque en la liga regular también somos líderes destacados. Pero eso ya lo sabéis mayoría de los que de una u otra forma habéis seguido el desarrollo de torneo. Un éxito sin precedentes en nuestro Club y un motivo de orgullo.

No voy a hablaros de los aspectos deportivos, no es lo mío, solo quiero ofreceros las sensaciones de un aficionado privilegiado. La próxima temporada tendremos a nuestro equipo disputando la categoría autonómica y no es casual y mucho menos ha sido fácil, e insisto, no solo en el plano deportivo.

Como también muchos de vosotros sabéis nuestro Club cumple 10 años y es heredero del antiguo Club Nuevo Basket Torrevieja, cuya desaparición provocó un impacto que aún hoy se nota. En aquel momento el baloncesto en la ciudad partió desde cero, con apenas deportistas y al frente una sola persona, Javi Arroyo, responsable que lo ha sido durante siete años de la llevanza del Club; siempre le he mostrado mi reconocimiento porque este Club nunca le agradecerá lo suficiente lo que hizo por él, con buenos momentos, muchos sinsabores y desde la soledad y la incomprensión de muchos. Su objetivo, trabajar para que quien quisiera practicar baloncesto en Torrevieja lo pudiera hacer y lo consiguió. Esa fue la semilla, y poco a poco, este Club fue creciendo en tamaño y también, poco a poco, conocíamos los primeros éxitos, con equipos que algunos conservamos en el recuerdo; como olvidar aquellos que se proclamaron campeones autonómicos en categorías cadete e infantil, o los sucesivos ascensos de categoría… Pero seguíamos siendo un club modesto, incluso en nuestra ciudad, lo notábamos cuando visitábamos clubes con mucha más tradición y sentíamos sana envidia. Sabíamos dónde estábamos y sabíamos de donde veníamos, aunque la línea ya estaba marcada: el trabajo desinteresado, la humildad, la austeridad y por encima de todo el interés del propio club y la defensa de sus deportistas eran la esencia de este Club.

El Club creció y con él el número de deportistas, equipos y técnicos, y como no, también las dificultades, los obstáculos y la complejidad en la gestión que asumieron unos “locos desinteresados” que, desde luego no sabían dónde se metían, pero que compensaban con ilusión y ganas… y algunas “ocurrencias” como nuestro “minuto y resultado”.  Era el momento de crecer y de fijar objetivos… fue difícil, con muchos momentos gratificantes y, como no, también algunos malos momentos; como no recordar la “transformación” de las escuelas deportivas, que estuvo a punto de acabar con nuestro Club, y que solo el sacrificio y la voluntad de muchos permitió sacar adelante… y en ello se sigue desde la actual Junta Directiva a quien corresponde asumir los nuevos retos.

Desde la humildad se trabaja para el deportista, y si, es gratificante un éxito como el que este fin de semana ha coronado nuestro primer equipo, y lo es más si cabe si se piensa que es solo la punta de un iceberg con diez equipos por debajo y más de 150 deportistas y técnicos, donde se apuesta por el baloncesto femenino con un equipo senior y otros tres en categorías base, con la presencia gratuita en los colegios de la ciudad, con la apuesta por la formación de nuevos entrenadores, árbitros y oficiales de mesa o realización de torneos y eventos durante todo el año.

Este Club siempre será deudor del trabajo desinteresado de muchas personas que extendería esta pequeña glosa y que evitaré por no ser injusto con algunos que pudiese olvidar, pero que están en la mente de todos los que formamos parte del Club, y cuyo trabajo desinteresado no siempre ha sido reconocido, aunque  tienen su parte en el éxito del pasado fin de semana, un merecido ascenso a categoría autonómica que es un bonito premio para coronar nuestro décimo aniversario con el máximo hito deportivo logrado por el Club.

No me puedo olvidar en esta glosa de los protagonistas, del grupo que ha conseguido el éxito, un grupo que dirigen Mario Espinosa y Miguel Martín y que une la veteranía de hombres como Ramón Castejón o Paco Bravo y la juventud de algunos jugadores junior como Vicente Hérnandez, Ruslan Nugaev o Mario Lázaro, que junto con Fran Fructuoso, Alvaro Grau y Gastón Máracic han formado la mejor generación de junior de este Club. Junto a ellos, hombres de la casa, como David Avilés, Iskren Plamenov, Andrey Trashkov, o Javi Castillo y otros que ya forman parte de la historia de este Club como Ivan La Parra, Pepe Belmonte o Tomi Blanco. Gracias por hacernos disfrutar y gracias por hacer más grande a nuestro Club. Gracias por hacer historia y hacernos sentir orgullosos.

El Club Baloncesto Torrevieja está de enhorabuena, El Club crece firme, tenemos un grupo de deportistas excepcional, pero nunca olvidaré a nuestra afición. En pasado fin de semana disfrutamos de unos momentos emocionantes, y es que el triunfo de un equipo y de un Club no hubiese sido lo mismo sin la comunión con nuestra afición que se desplazó en dos días consecutivos hasta Ondara para apoyar a nuestro equipo, que fue parte fundamental del sufrimiento y del triunfo y no es la primera vez, está ahí cuando hay que estar. El pasado fin de semana la afición del Club Baloncesto Torrevieja dio una auténtica lección de deportividad, de lo que tiene que ser una afición, la más numerosa, ruidosa, respetuosa y entregada. Y a fe que lo notaron nuestros jugadores y fue elogiada por la propia Federación organizadora del torneo. Sencillamente espectacular.

Orgullo de Equipo, Orgullo de Afición. Orgulloso de pertenecer al Club Baloncesto Torrevieja.

Un aficionado.